La semana pasada os contaba que me había dado por decorar los botes donde guardo mis cosas. Hoy os enseño otro bote de Nivea reencarnado en joyero:
Seguí los mismos pasos que con el otro, primero lo forré con papel para que no trasluciese el azulón ni las letras en relieve y a continuación le puse la tela y la puntilla.
¡Feliz martes pasado por agua!
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