Ya os había adelantado ayer que en este post hablaría del delantal y el gorro de chef que mi madre le hizo a mi hija, ya que los anteriores se le habían quedado pequeños.
Es una forma muy imaginativa de que los niños se acerquen a la cocina, ya que así equipados imitan a los mayores, cosa que les encanta. Tanto es así, que cuando mi hija me va a ayudar a preparar alguna comida, no podemos empezar hasta que ella se ha puesto los suyos.
La elección de la tela para el delantal me parece absolutamente acertada, ya que queda muy alegre. Me recuerda a las amas de casa americanas de los años 50, con sus faldas almidonadas y aquellos delantales tan primorosos anudados a sus estrechas cinturas.
Mi madre pensó en darle forma de corazón, para lo que redondeó el peto y la parte superior de los bolsillos. Al bordearlos con ondas en blanco y rosa hechas a ganchillo, le da un toque retro que me encanta. Aquí tenéis cómo le quedó. A mí me parece sencillamente maravilloso:
Para hacer el gorro, se inspiró en el de los pasteleros (gorro champiñón):
Me gusta todo, su forma, el color, esa flor que le da un toque tan alegre y despreocupado. Tantas veces se lo repetí, que me va a hacer uno para mí. Si hay que meterse en faena, mejor hacerlo con glamour, ¿No?
Aquí os dejo un tutorial para hacer un gorro de chef.
Otros delantales que me han gustado son estos. ¿Qué me decís de la presentación? ¡No se me habría ocurrido ni en un millón de años!
Mirad estos qué ideales. Las flores en la cintura quedan tan originales:
Con estos tienes que peinarte de peluquería y ponerte zapatos de tacón para meterte en la cocina:
¡Me los pido todos!
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