Dice mi madre que cuando yo era pequeña, lo primero que hacía nada más llegar a casa era quitarme las bragas y los zapatos y lanzarlos por el pasillo. Lo de las bragas por suerte se me pasó, pero descalzándome continué haciéndolo muchos años. Eso sí, exclusivamente indoor porque en el #pueblitobueno a nadie se le ocurría salir por aquellos caminos con los pinreles al aire, salvo que te apeteciera pisar una boñiga, piedras o un hierro oxidado.
El único sitio donde me verás descalza es en la playa, sobre todo en la arena mojada de la orilla del mar. Me encanta esa sensación agradable y relajante en la planta de los pies. En mis paseos he visto piedras redondeadas de tanto chocar unas contra otras por la fuerza del agua. Y siempre he pensado si habría alguna forma de utilizarlas para seguir experimentando en casa la misma sensación.
Sí la hay. De hecho, es lo que te voy a enseñar hoy, cómo hice mi propia alfombra DIY con piedras:
MATERIALES QUE NECESITARÁS:
- Piedras. De todos los tipos, formas y colores. Un requisito imprescindible (salvo que quieras tener un masaje más fuerte) es que estén suaves y redondeadas. Y más que el tamaño, importa que tengan el mismo grosor para que no haya desnivel entre ellas y hagan daño al pisarlas.
- Goma eva. Para la base. Creo que es el mejor material porque es resistente y aguanta el peso de las piedras sin rasgarse, y además no resbala, un requisito imprescindible para una alfombra.
Otro material de características similares y que funciona igual de bien es el fieltro. Lo probé al hacer posavasos con piedras (aquí y aquí), pero en una alfombra yo lo desaconsejaría porque resbala, salvo que le pongas un antideslizante.
- Pegamento. Para pegar las piedras a la goma eva. Yo utilicé de dos tipos, el Montack Xpress transparente de Ceys y el No Más Clavos de Pattex (porque se me acabó uno de ellos a mitad del proceso), y he de decir que ambos han funcionado bien.
Eso no quita para que algunas se cayesen, especialmente en el borde. Pero creo que se debió más a las características de las propias piedras que por el pegamento, porque unas se quedaro fijas después de pegarlas por segunda vez, y otras lo hicieron cuando intercambié el adhesivo.
- Cúter o tijera. Para recortar el sobrante de goma eva alrededor de las piedras.
HACER LA ALFOMBRA (5 PASOS):
# Paso 1.: Selecciona las piedras que utilizarás. Sea cual fuere tu criterio, lo que sí debes tener en cuenta es que tengan un grosor aproximado para que no molesten al pisarlas por el desnivel:
# Paso 2.: Colócalas sobre la goma eva, intentando que encajen entre ellas dejando los menos espacios en blanco posibles. Puedes darle la forma que prefieras: cuadrada, redonda, ovalada, etc. y hacer dibujos o combinar colores:
# Paso 3.: Pega las piedras poniéndoles el pegamento directamente y moviéndolas un poco después de colocarlas sobre la goma eva, para facilitar que se agarren a la superficie.
# Paso 4.: Deja secar la alfombra en posición horizontal. La mía estuvo dos días, que fue el tiempo que tardaron ambos adhesivos en secar completamente.
# Paso 5 (y último): Recorta la goma eva sobrante alrededor de las piedras. Pesa una barbaridad, así que el cúter es muy cómodo porque no necesitas levantar la alfombra, sino solamente desplazarla a derecha o izquierda a medida que vas cortando:
Así es cómo quedó finalmente:
Lo que más me gusta es que la superficie irregular que forman las piedras da un suave masaje y una sensación muy agradable al pisarla. Y no resbalan aunque tengas los pies mojados.
También, que queda muy integrada dentro del baño tanto por los colores como por el material con que está hecha:
Los únicos "contras" que le pongo es que es fría y no te seca la planta de los pies, como hacía la de rizo, y que debido a su peso y a que la base no es rígida, transportarla es incómodo porque te da la sensación de que se va a desparramar en cualquier momento:
Pero fuera de esos pequeños inconvenientes, estoy feliz con mi nueva alfombra porque cada vez que la veo y la piso me acuerdo de la playa y me transmite una gran sensación de bienestar. Y además, es muy original, única y la he hecho con mis propias manos.
¿Te gusta cómo ha quedado? ¿Pondrías una alfombra como esta en tu baño?
P.D.: Este post no está patrocinado por Ceys ni por Pattex.
Es una pasada, me encanta la idea, una de mis zonas favoritas en los spas son lo pedreros (o como se llamen)...jjj... saludines
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias Patry!!
EliminarYo prefiero las redondeadas, porque las otras me hacen tantas cosquillas que no soy capaz de caminar sobre ellas :-P
Un besazo,
Sonia
Me parece preciosa!
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias Mª Ángeles!!
EliminarEs muy entretenida de hacer porque puedes hacer miles de combinaciones y todas son bonitas.
Un besazo,
Sonia
Mola muchisimo pero fijate q la veo mas practica para dentro de la ducha para no resbalar y acentuar la sensacion de spa que para cuando sales que lo primero q he pensado era que que rollo para moverla...pero como base de la ducha pegando las piedras sobre una rejilla para que filtre el agua...idea a elaborar....ummmm...
ResponderEliminar¡Muchas gracias Ainhoa!
EliminarLo del interior de la ducha lo había pensado en un principio por lo mismo que dices tú, para acentuar la sensación de bienestar.
Pero lo que me echó para atrás fue el miedo a que que la alfombra resbalase. La idea de la rejilla para la base es buena, pero tendría que ser antideslizante. Y el adhesivo debería ser potente de verdad, porque no es que vaya a haber humedad, sino que va a caerle agua corriente encima constantemente.
Si al final te animas cuéntamelo para hacerla yo, porque tiene que ser genial ducharse mientras las piedras te dan un masaje ;-D
Un besazo,
Sonia
Cuánto arte!! ... ser capaz de ver una alfombra al mirar unas piedras ... increíble!!! :-O
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias Fran!!
EliminarEmpezó como una idea un poco loca, pero al final ha quedado muy bien y además es práctica ;-D
Un besazo,
Sonia