La entrada de hoy es la continuación de esta que escribí en octubre y en la que os mostraba unos posavasos que había hecho con piedras recogidas en la playa.
Después de hacerlos se me ocurrió que podía probar a pintarlas con chalk paint (ya sabéis esa pintura a la tiza tan adictiva) a ver qué tal quedaban y a la vista del resultado creo que voy a repetir:
El proceso es el mismo que seguí para hacer los anteriores, seleccioné las piedras según su tamaño y grosor para que fuesen similares y que al poner encima un vaso no cayese y las pinté con chalk paint. Luego hice la composición y las pegué sobre una base de fieltro recortada a la medida:
Son piedras y simplemente están pintadas, pero quedan muy bonitas y originales y lo mejor de todo es que me recuerdan a los días del verano (¿Verano? ¿Qué verano?) que pasamos en la playa.
¡Pasad una feliz mitad de semana!
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