La semana pasada en el cole de mi hija celebraron un amagüestu en el que comieron castañas asadas y bebieron zumo de manzana. Les hicieron una demostración de cómo se hace sidra mayando las manzanas, para lo que les pidieron que cada uno llevase una o dos.
Y aquí es donde entra en acción Pica Pecosa, que no pudo resistir la tentación de que su niña llevase la fruta en una cesta, en lugar de en la práctica y socorrida bolsa.
Y aquí es donde entra en acción Pica Pecosa, que no pudo resistir la tentación de que su niña llevase la fruta en una cesta, en lugar de en la práctica y socorrida bolsa.
Tenía que ser algo fácil y rápido y que tuviese además en casa, porque todo esto se me ocurrió a la hora de la cena. El brick de leche me pareció la mejor opción, por lo ligero y resistente. Una vez lavado, marqué y recorté la parte superior para hacer las asas:
Ya tenía la cesta. A continuación la forré con papel y cola blanca. No las tenía todas conmigo de cómo quedaría, así que para probar utilicé uno de la tienda Casa, que había venido envolviendo algo. Más reciclaje, como podéis ver. Incluso la forré por dentro, para que no se notase de dónde había salido:
Para que no sobresaliesen los picos de la base, que se habían quedado tiesos después de lavar y secar, los sujeté con cinta de embalar transparente:
El toque definitivo se lo dí con el lazo. Ya no me quedaba mucho tiempo ni neuronas despiertas, así que opté por lo fácil para adornarla. La manualidad de hoy es reciclaje cien por cien, porque este lazo había venido con una caja de bombones:
A la salida de clase, estaba llena de castañas asadas. Con leche, un manjar.
Nos vemos la semana que viene. ¡Pasad un feliz fin de semana!
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