Hoy os traigo un tutorial con el que aprenderéis a hacer claveles con servilletas de papel, por cortesía de mi amiga Loly. Gracias a ella, conseguimos que las fieras estuviesen entretenidas y nos dejasen disfrutar de una espicha que se alargó hasta las nueve de la noche, que no es poco. De hecho, la mesa que se ve al fondo en las fotos es la del bar.
El único material que necesitaréis es un fajo de servilletas de papel. Nosotras utilizamos esas pequeñas que hay en los bares, que no secan ni limpian nada, pero que para esto van ideales, porque tienen más cuerpo que las de celulosa. Cuantas más utilicéis, más reventón saldrá el clavel:
Los dos últimos pasos son los más laboriosos, porque se trata de abrir los extremos del abanico (5), e ir levantando capa por capa, el papel (6):
Os quedarán así de bonitos, y si tenéis un rotulador, o lápiz de labios, o incluso quemándolo con un mechero, parecerán auténticos:
Este post se lo dedico a Loly, por supuesto, y a la paciencia que tuvo enseñándonos a hacerlos. Allí estuvimos, mamás y niños, arrasando con los servilleteros. Nuestra improvisada profesora nos decía que esa manualidad era más vieja que la tana, pero ahí nos tenías a todas con los dedos doloridos de tanto doblar papeles, y con la prole compitiendo por quién conseguía el ramo más tupido.
El único material que necesitaréis es un fajo de servilletas de papel. Nosotras utilizamos esas pequeñas que hay en los bares, que no secan ni limpian nada, pero que para esto van ideales, porque tienen más cuerpo que las de celulosa. Cuantas más utilicéis, más reventón saldrá el clavel:
Ahí va el tutorial: lo primero que debéis hacer, es partir las servilletas a la mitad (1). A continuación, haced un único montón, y dobladlo como si fuese un abanico (2). El siguiente paso es hacer el tallo del clavel. Podéis utilizar cualquier material que tengáis a mano, un alambre, un lazo o cualquier otra cosa flexible. Nosotras utilizamos una servilleta enrollada (3), con la que sujetamos el abanico, una vez plegado (4):Los dos últimos pasos son los más laboriosos, porque se trata de abrir los extremos del abanico (5), e ir levantando capa por capa, el papel (6):
Os quedarán así de bonitos, y si tenéis un rotulador, o lápiz de labios, o incluso quemándolo con un mechero, parecerán auténticos:
Este post se lo dedico a Loly, por supuesto, y a la paciencia que tuvo enseñándonos a hacerlos. Allí estuvimos, mamás y niños, arrasando con los servilleteros. Nuestra improvisada profesora nos decía que esa manualidad era más vieja que la tana, pero ahí nos tenías a todas con los dedos doloridos de tanto doblar papeles, y con la prole compitiendo por quién conseguía el ramo más tupido.
Y tanto que es vieja... hace más de 20 años gastamos una broma a una amiga a cuenta de un clavel de este tipo...ajajjaja
ResponderEliminarGracias por el tutorial... no recordaba exactamente cómo se hacen, y quería enseñar a mi hija.
Te aseguro que con esto la tienes entretenida un rato... o te tiene a tí haciendo flores sin parar :-D
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