En febrero, busca el pájaro su compañero.
En marzo es nialarzo.
En abril, hueveril.
En mayo, pitayo.
Entre junio y julio, abren las alas y marchan por el mundo.
En agosto, al padre ya no lo conozco.
Según este refrán, con la manualidad de hoy llegamos tarde. Hasta que vuelva el marzo nialarzo, estas casitas para pájaros pueden servir de adorno en el jardín o en una habitación.
Las he hecho reciclando un cartón de leche. Lo he cortado por la mitad, y como base, le he puesto la suya propia. El proceso se ve en las fotos:
Para el tejado he aprovechado la forma de la parte superior. Además, he tapado el agujero que queda al quitar el tapón y he hecho uno nuevo para que entre y salga el inquilino de turno.
Una de las casitas la he forrado con tela y así ha quedado:
Una de las casitas la he forrado con tela y así ha quedado:
La otra, con papel:
Craft and creativity han transformado la pajarera en una lámpara. Me da una ternura tremenda ver el pajarín cuando miras por el agujero:
Estas son del blog de Karmuca y Cuquino e incluyen un patrón descargable para recortar y pegar tu casita. Según los papeles que emplees te quedarán así de bonitas:
Aquí van dos propuestas que se adaptan a todos los bolsillos: la casa de planta y piso de Sembrando piruletas en el campo, ideal para aquellas familias que necesitan tener cada uno su espacio:
Una idea que me apetece probar: la de Tea wagon tales, hecha con retales de tela y puntilla:
Y por último, una casa que no es una casa sino una percha, de Kalma y violeta. Es tan bonita que merece estar en esta selección:
¡Ojalá fuese tan sencillo y barato conseguir un hogar para las personas!
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