Lo
último que yo quería era tener una cama debajo de una ventana. No sólo
porque según el Feng Shui va fatal, sino porque poniéndola ahí me tocaba
lidiar con una columna y salvar un radiador. Pero era eso o que #laniña
se quedase sin escritorio. Al final lo resolvimos muy bien, tanto que
ahora además de cabecero hay un sitio extra para almacenaje.
Si quieres seguir todo el proceso, en el tutorial de hoy vas a aprender no sólo a hacer un cabecero-armario DIY, sino a integrarlo en una columna:
Antes de seguir, es obligado que este post se lo dedique al #esposo porque es quien lo ha construido. Yo le conté mi idea, pero fue él quien compró la madera, le dio instrucciones al carpintero para cortar las piezas, sudó taladro en mano para montarlas y se le ocurrió poner imanes en la puerta en lugar de bisagras.
# 1. Empezando por el principio: tengo que poner un cabecero en una esquina y no puedo quitar una columna.
Esta era la situación de la que partía. Había una columna que ocupaba un tercio del espacio destinado al cabecero. No podía moverla, así que tocaba echarle imaginación e inspiración:
Que me llegó cuando ví el modelo Brimnes de Ikea (aquí). El #esposo lo copió adaptándolo a nuestras circunstancias: la parte delantera la hizo con un tablero de aglomerado o DM que iba desde la pared hasta el extremo del canapé. Para cubrir el ancho de la columna construyó una estructura rectangular que se pudo aprovechar para almacenaje colocándole una balda:
# 2. Siguiente hándicap: hay un radiador en el otro extremo y tampoco puedo quitarlo.
No bastaba con la columna, en medio de la pared había un radiador. Si mi idea hubiese sido dejar el espacio para almacenaje abierto ni lo habría pensado, pero el problema era que yo quería que estuviese cerrado para que se viese recogido.
Imposible poner bisagras o cajones porque no abrirían. Pero una vez más el #esposo tuvo una idea sencilla y eficaz: sujetar la puerta con imanes:
La cierras con un clic:
Si quieres seguir todo el proceso, en el tutorial de hoy vas a aprender no sólo a hacer un cabecero-armario DIY, sino a integrarlo en una columna:
Antes de seguir, es obligado que este post se lo dedique al #esposo porque es quien lo ha construido. Yo le conté mi idea, pero fue él quien compró la madera, le dio instrucciones al carpintero para cortar las piezas, sudó taladro en mano para montarlas y se le ocurrió poner imanes en la puerta en lugar de bisagras.
# 1. Empezando por el principio: tengo que poner un cabecero en una esquina y no puedo quitar una columna.
Esta era la situación de la que partía. Había una columna que ocupaba un tercio del espacio destinado al cabecero. No podía moverla, así que tocaba echarle imaginación e inspiración:
Que me llegó cuando ví el modelo Brimnes de Ikea (aquí). El #esposo lo copió adaptándolo a nuestras circunstancias: la parte delantera la hizo con un tablero de aglomerado o DM que iba desde la pared hasta el extremo del canapé. Para cubrir el ancho de la columna construyó una estructura rectangular que se pudo aprovechar para almacenaje colocándole una balda:
# 2. Siguiente hándicap: hay un radiador en el otro extremo y tampoco puedo quitarlo.
No bastaba con la columna, en medio de la pared había un radiador. Si mi idea hubiese sido dejar el espacio para almacenaje abierto ni lo habría pensado, pero el problema era que yo quería que estuviese cerrado para que se viese recogido.
Imposible poner bisagras o cajones porque no abrirían. Pero una vez más el #esposo tuvo una idea sencilla y eficaz: sujetar la puerta con imanes:
La cierras con un clic:
La abres con un clac:
# 3. Final feliz: cómo convertí un tablero de DM en un cabecero de tablas vintage:
Cuando el #esposo acabó con la parte técnica, llegó mi turno: decorarlo.
Sería
de color blanco para que quedase integrado con la columna y porque la
nota de color está enfrente (la zona de estudio) con el papel de pared,
los cajones-estantería (aquí), el flexo de su padre (aquí), la bandeja-pizarra magnética (aquí) y muchas más cosas.
Lo primero que hice fue pintar el tablero de DM o aglomerado de color blanco. Podría haberlo dejado así, pero quedaba demasiado sosaina. Así que volví a la carpintería de mi barrio, pedí que me cortasen seis tablas del mismo material y las pinté de blanco:
Para pegarlas al tablero no me compliqué y utilicé un adhesivo que me mandaron este verano y con el que he quedado muy satisfecha: "No más clavos", de Pattex. No huele, no mancha, tiene una textura cremosa muy cómoda de aplicar y lo más importante: funciona (vaya si lo hace):
Las pegué al tablero y les coloqué peso encima para que hiciese más efecto (aunque en las instrucciones de uso ponía que no hacía falta, pero yo como para esto soy muy aprensiva, no quise arriesgarme a hacerle un chichón a #laniña con una tabla suelta):
Así quedó con las tablas pegadas. Bonito, pero le falta un... algo, no sé:
Con este rebaje para salvar el zócalo tengo una anécdota muy entrañable: no me acordé de decirle al carpintero que lo hiciese, así que cuando me puse a pegar la tabla me encontré con esa sorpresa.
El #esposo
no estaba y yo quería acabar de una vez, así que serrucho (se-rru-cho,
ojo) en mano me subí a la mesa de la cocina, puse la tabla bajo las
rodillas para sujetarla mejor, me calcé los guantes de cocina (para no
cortarme si me resbalaba la herramienta) y lo hice yo misma. Me costó
mucho esfuerzo y sudor, pero lo conseguí:
Como te decía, el cabecero había quedado bonito pero sosete, le faltaba algo. Acudió en mi ayuda el padre del #esposo, que lo guarda todo y es un amor porque me tiene muy consentida y me da todo lo que le pido. Incluida esta moldura de la mesilla de noche de la habitación de soltero del #esposo. Doble emoción por lo vintage y por venir de donde venía:
Irreconocible después de pintarla:
Esto ya es otra cosa ¿Verdad?
Así es cómo luce en su puesto:
Además de lo decorativo, este almacenaje viene de lujo. Ilusa de mí, pensaba que #laniña podría guardar allí su libro después de leer por la noche y alguna cosita más:
Mejor lo cierro ¿No te parece?
Ya sabes, si tienes un hueco imposible prueba con un DIY. ¡Saldrás ganando!
* Post patrocinado por Pattex.
voy a verlo, que creo que me cuadra para una habitación... y me gusta la idea... y yo hago lo mismo, tengo la idea y me la llevan a cabo el papa, el abuelo o el marido... jjjj... saludines
ResponderEliminar¡¡Hola Patry!!
ResponderEliminarVí al #esposo hacerlo y no parecía complicado, sólo tienes que tomar muy bien las medidas para que encaje en el hueco y luego atornillar todas las partes.
Lo de los imanes en la puerta es un acierto, así queda cerrado y da sensación de estar recogido.
¡¡Un ole por esos hombretones que nos echan un cable con los DIY!!
Un besazo,
Sonia
Hola Sonia!!!
ResponderEliminarQue bonito ha quedado. La verdad que es una idea super buena para esos espacios difíciles que a veces nos vamos encontrando por casa y que acaban con nuestra paciencia jejeje ahora mismo me paso a ver el proceso ;)
Besines
¡Muchas gracias Alba!
EliminarYo creo que es porque tenemos una idea en la cabeza y queremos llevarla a cabo como sea, y claro, nos toca pelearnos con todo ;-P Pero después de ver el resultado, se te olvidan los dolores de cabeza ;-D
Un besazo,
Sonia
Me ha recordado al que hicimos tb DIY y tb yo diseño, esposo ejecuta para la habitacion del principe en un hueco parecido y dificil. No podemos estar mas contentos!!
ResponderEliminarhttp://unhogarparamiscositas.blogspot.com.es/2017/02/diy-cabecero-de-pino.html?m=1
¡¡Súper funcional y bonito Ainhoa!!
EliminarYo estoy encantada porque no sólo hace tres funciones en una (cabecero, mesilla y almacenaje), sino que queda recogida y no agobia en un espacio tan pequeño.
Tenemos que felicitarnos por las ideas que se nos ocurren y también por estos #esposos mañosos que nos siguen en nuestros inventos.
Un besazo,
Sonia
Me encanta!... Pero voy a hacer una pregunta sin encanto... Que costo más o menos?
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarEl cabecero me salió muy económico porque utilizamos un tablero de DM, que ni siquiera es madera como tal, sino virutas prensadas. Eso significa calidad muy baja y precio también. Lo compramos en una carpintería pequeña, de barrio, y el dueño nos lo cortó en las piezas con las medidas que necesitábamos. No recuerdo exactamente el precio, pero sé que no pasó de 150€.
El montaje lo hizo el #esposo y sólo tuvo que comprar los tornillos y el imán para la puerta. No creo que subiese a más de 3€.
Para pintar los listones aproveché la pintura que me había sobrado de la pared. El pegamento me lo mandó la marca, pero creo que un tubo andará por los 9,50€.
Y el adorno es reciclado, como ya he explicado en el post ;-D
Lo que más empleamos fue tiempo y esfuerzo, aunque visto el resultado y que a día de hoy sigue impecable, sin duda mereció la pena :-)
Un besazo,
Sonia