El DIY que te traigo hoy es un reciclaje de dos cajas de vino con chalk paint y papel pintado para transformarlas en estantes:
Hace tiempo contaba en mi blog que este año #laniña
ha empezado a tener deberes del cole, así que le preparé un espacio en
su habitación para que tuviese un sitio fijo donde hacerlos y no
anduviese dando vueltas por casa con la mochila a rastras y retrasando
el momento de ponerse con ellos porque no tiene dónde.
Fabriqué
un escritorio con un tablero y dos cajoneras de Ikea y lo delimité
visualmente con un papel pintado en la pared. Es el mismo con el que
forré la trasera de su estantería reciclada (aquí) y que #laniña había escogido en Modacasa Oviedo:
La
mesa tiene 1,67 x 60 cm., pero puedes ver que al ritmo que llevaba
poniendo cuquiteces encima de ella, se quedaba sin sitio para abrir un
cuaderno antes de empezar la tercera evaluación. Fue
por eso que se me ocurrió lo de los estantes. Pensé en reciclar cajas de
vino porque son lo suficientemente grandes para poner sus cositas, pero
no tanto como para agobiar y empequeñecer el espacio.
Además, al
pintarlas de blanco por dentro y forrar el exterior con el mismo papel
de la pared quedan disimuladas y parece que no sobresalen tanto:
El proceso para hacerlos es sencillo y poco laborioso. La base de la que partí son dos cajas de madera, de esas donde vienen las botellas de vino:
Las limpié y se las llevé a mi padre para que les pusiese dos pletinas en la parte de atrás para sujetarlas a la pared:
No me acordé de preguntárselo, pero tiene toda la pinta de que las hizo él mismo con un trozo de metal. Sobresalen por encima, pero fue la única forma que encontró para colgarlas y que quedasen pegadas a la pared:
El siguiente paso fue decorarlas. No las lijé ni les di una imprimación previa, ni nada. Las pinté con chalk paint Blanco Antiguo por dentro y también el borde exterior, porque aunque iba a cubrirlo el papel, así disimularía si no llegaba a algún sitio y no se vería la madera:
Pegué el papel pintado con cola blanca y quedó perfecto:
Y ya tienes listo tu estante-caja. Es increíble el cambio que llevan sólo con la pintura y el papel:
Otra ventaja que tiene este sistema de almacenaje es que puedes aprovechar el espacio poniendo cosas dentro y encima de las cajas:
¡Y que sale muy barato y te llevas la satisfacción de haberlo hecho con tus propias manos!
EDITO: Este post estaba publicado en Artilujos, pero ha cerrado y ya no se puede ver, por eso lo he publicado aquí hasta que vuelva.
Hola Sonia !
ResponderEliminarYo ando como loca porque me dieron una caja de vino... pero tengo varias cosas en mente, así que no sé aún por cual decidirme.. ja ja
Tu estante-caja te ha quedado realmente bonito: ¡muy buen trabajo!
Un besazo
¡¡Muchas gracias Arantxa!! Seguro que te queda preciosa, cuando la tengas enséñamela a ver qué guapa la has dejado ;-D
EliminarUn besazo,
Sonia
Me encanta!qué bonito!
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias Johanna!! Soy muy fan de las cajas de vino porque son resistentes, tienen el tamaño justo y con poca cosa quedan espectaculares.
EliminarUn besazo,
Sonia
Enhorabuena por la colaboración, y quedan de lujo.... saludines
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias Patry!! A partir de ahora seguro que miras esas cajas con otros ojos ;-D
EliminarUn besazo,
Sonia
Me viene de lujo este post porque en esas estoy! je,je
ResponderEliminar¡Qué alegría que te sirva de ayuda! ¡Fotos del resultado final plis!
EliminarUn besazo,
Sonia
Quedaron preciosa forradas con ese papel tan alegre. En estos momentos tengo unas pocas cajas de vino esperando que haga algo con ellas, me apunto la idea de forrarlas ;)
ResponderEliminarBesitos!
¡¡Muchas gracias Irene!!
EliminarYo soy una enamorada de ellas, se pueden utilizar para tantas cosas y quedan tan bonitas con poco que les hagas ;-D
Un besazo,
Sonia