Que el gigante sueco va a convertirme en embajadora de buena voluntad de su sección de oportunidades es algo que en casa ya dan por hecho.
Yo no lo tengo tan claro, así que para darle otro empujoncito a mi candidatura, hoy te traigo un tutorial con el que puedes transformar el cesto para meter las cosas de la ducha Stugvik, en una jardinera:
Bromas aparte, la verdad es que llegué a este reciclaje por casualidad, aunque esta no es la primera vez que un cacharro de la sección de oportunidades acaba convertido en tiesto (¿Recuerdas este tarro de cocina?), y al revés, un tiesto que acaba convertido en otra cosa, como un cubertero (aquí).
Te cuento cómo sucedió: necesitaba una jardinera para trasplantar los tomates que nos regaló Isa en el Taller de Huerto Urbano (aquí), porque en cuanto los puse a la ventana se echaron a crecer y a los pocos días estaban matándose por llevarse un trozo de tierra a las raíces.
Bromas aparte, la verdad es que llegué a este reciclaje por casualidad, aunque esta no es la primera vez que un cacharro de la sección de oportunidades acaba convertido en tiesto (¿Recuerdas este tarro de cocina?), y al revés, un tiesto que acaba convertido en otra cosa, como un cubertero (aquí).
Te cuento cómo sucedió: necesitaba una jardinera para trasplantar los tomates que nos regaló Isa en el Taller de Huerto Urbano (aquí), porque en cuanto los puse a la ventana se echaron a crecer y a los pocos días estaban matándose por llevarse un trozo de tierra a las raíces.
En la sección de oportunidades de Ikea a la niña le hizo gracia el cesto porque con tantos agujeros parecía más un tiesto que otra cosa. Y tenía toda la razón. Era justo lo que estaba buscando: un recipiente grande, con agujeros y de plástico duro.
El único inconveniente es que uno de los lados era más bajo que el otro, pero llenándolo de tierra solamente hasta su nivel mis tomates podían vivir igual de felices.
Demasiado sencillo para Pica Pecosa, ¿Verdad? Qué bien me conoces. De vuelta en el coche me puse a pensar cómo tapar ese agujero. Un trozo de plástico o de madera no, porque no tenía nada en casa. Podía servirme un trozo de cartón pero en ese caso tenía que forrarlo con un plástico para que no se rompiese con la humedad.
Un cartón plastificado que no deja pasar la humedad... ¿Dónde había visto eso antes? ¡Claro, los envases de leche!
Eso es lo que te voy a enseñar hoy, cómo transformar el cesto de la ducha en una jardinera con un cartón de leche, por si te encuentras en la misma tesitura que yo.
MATERIALES QUE NECESITARÁS:
- Cesto de plástico. El modelo Stugvik de Ikea es ideal por su tamaño, por el material con que está hecho y porque tiene la base llena de agujeros, pero igualmente puedes utilizar otro que tenga las mismas características.
- Cartón de un envase de leche.
- Cinta de embalar. Para sujetar el cartón al cesto. Yo utilicé esta porque al ser ancha con dos trozos tienes bastante, pero sirve igual celo, cinta de carrocero o similar.
- Tijeras. Para recortar el cartón.
HACER LA JARDINERA (3 PASOS):
# Paso 1: Abre completamente el envase de leche:
# Paso 2: Mete el cartón en el interior del cesto, mide hasta el borde que quieres igualar y dóblalo hacia afuera (o hacia abajo, según desde dónde lo mires):
Así es cómo se vería desde fuera:
# Paso 3 (y último): Pega el trozo que sobresale por encima con la cinta de embalar:
Creo que esta jardinera va a ser el lugar definitivo donde van a quedarse mis tomates porque con lo profunda que es tienen sitio suficiente para que crezcan las raíces.
¿Qué te parece cómo ha quedado? ¿Has hecho algún apaño parecido para tus plantas?
¡Pásalo muy bien y disfruta del fin de semana!
P.D.: Este post no está patrocinado por Ikea, pero si alguien de la tienda lo lee, que sepa que yo estaría encantada de colaborar.
esta muy bien tu jardinera, y los tomates van genial... saludines
ResponderEliminar¡Hola Patry! Estoy tan contenta porque van creciendo tan bien que ya no sé qué más hacer por ellos. Lo que me pidan les doy con tal de recoger una cosecha.
ResponderEliminarUn beso,
Sonia
Yo tb soy una buscadora de oportunidades de ikea! Y me he llevado más de una sorpresa!!! Y darle otro uso a las cosas!
ResponderEliminar¡Hola Ainhona! Yo soy adicta a esa sección, no perdono ni una visita y lo peor (o mejor, según como se mire), es que siempre encuentro algo que puedo transformar, y como están tan bien de precio, no hay forma de resistirse.
EliminarUn beso,
Sonia