No tires tu vieja cartera, rejuvenécela con pintura y cuentas de madera

Voy a empezar la semana con un tutorial muy sencillo en el que te enseñaré cómo rejuvenecí mi cartera con chalk paint y unas cuentas de madera:

Me estoy dando cuenta de que esto de personalizar complementos engancha, sólo tienes que ver el cambio de cara que le di a mi bolso con una cadena y hoy es la cartera la que va por el mismo camino. 

No la he reciclado por su valor económico (es de unas rebajas de Primark, imagínate) sino porque con ella me pasa lo mismo que con el bolso. Me es súper cómoda porque tiene un montón de compartimentos y se cierra con una cremallera (perfecta para que no salgan disparados los papelitos, tiquets y demás cosas que voy acumulando) y me daba pena dejarla sólo porque estuviese desgastada.

MATERIALES QUE NECESITARÁS:

- Pintura chalk paint. La escogí porque con una imprimación previa se pega a cualquier superficie y así me ahorraba tener que comprar otras específicas y que luego no creo que volviese a utilizar más. 

- Cuentas de madera de tres tamaños. Para hacer el tirador de la cremallera, que también estaba muy desgastado por el uso.

- Cera incolora. Para protegerla pintura de los roces tanto en la cartera como en las cuentas.




PINTAR LA CARTERA (3 PASOS):

# Paso 1.: Da una capa de imprimación en la superficie donde vayas a pintar con chalk paint y déjala secar 24 horas. Es el tiempo que suelen recomendar, aunque en este caso por lo pequeño que era no creo que hiciese falta tanto, pero no quería estropear el resultado por algo tan tonto como no esperar lo suficiente.
 
Me decidí por unas rayas porque son sencillas de hacer y para asegurarme de que salían rectas utilicé cinta de carrocero para delimitar los bordes:

# Paso 2: Una vez seca la base de imprimación, pinta las rayas con chalk paint. Escogí la combinación de blanco y mint porque es mi preferida y queda muy alegre y primaveral. Otra vez utilicé cinta de carrocero para que los bordes saliesen rectos:

# Paso 3: Cubre toda la superficie pintada con cera incolora para protegerla de los roces. Este paso es muy importante porque es la única forma de asegurarnos que la pinturá no saltará con el uso. Y funciona, porque hace unos días que la llevo conmigo y está tan perfecta como cuando acabé de pintarla.


Este es el resultado después de pintarla:

Quedaba hacer el tirador para la cremallera. Me inspiré en otros que ya había hecho, como un neceser, un estuche para los colores de #laniña, estuches para las gafas e incluso un llavero.

Utilicé unas cuentas de madera pintadas con la misma pintura que había utilizado en la cartera para que conjuntasen:

Las cuentas pequeñas no tienen el mismo acabado mate que las grandes porque con ellas no utilicé chalk paint, sino pintura de uñas para copiar el mismo color que la cartera:

Y este es el resultado final:

Estoy muy contenta con el resultado porque parece otra completamente distinta y la cremallera ha quedado muy original. Y esos colores tan alegres, es verlos y pensar en el verano.

¿Qué te parece cómo ha quedado? ¿Te animarías a rejuvenecer la tuya?


Sé muy feliz y disfruta de este soleado principio de semana.