A la niña se le han caído dos dientes. De los de abajo, los dos que están justo en el medio. El primero se le cayó hará cosa de un mes y el compañero hace dos días. Se me hace tan raro verla mellada, pero sobre todo me da mucha angustia pensar que se está haciendo mayor. Lo ves en la ropa o en las conversaciones que tienes con ellos, pero cuando caen los dientes ya no hay forma de mirar para otro lado.
Cuando empezó a moverse el primero preparé una cajita para meterlos y conservarlos. Los míos no los guardé y creo que ahora me gustaría tenerlos (o no, que incluso los de mi hija y mira que es hija mía me da un poco de cosa verlos, y cuando el esposo se sacó las muelas del juicio sólo pude echarles un vistazo rápido de la impresión que me dieron con esas raíces gigantescas).
Esta es la caja. La copié de otra y sólo necesité dos tubos de cartón que encontré (ya sabéis dónde) y que forré con tela. Le añadí la goma para cerrarla y para que se sepa lo que contiene hice grabar esta chapita con un simpático ratón.
Yo buscaba un dije con forma de ratón o de diente o de una huella que pareciese de un ratón, algo que estuviese relacionado con el tema, pero no encontraba nada. Hasta que conocí a Sara, que tiene una tienda de abalorios en Oviedo llena de cosas maravillosas: Las cosinas de Sara. Tiene una imaginación desbordante y en lugar de decirme que no tenía lo que buscaba me propuso que le dibujase el motivo que yo quería y ella lo grabaría en una medalla. Entre las dos hicimos un boceto de un ratón y este es el resultado:
Cuando lo ví en el papel no pensé que quedaría tan bonito, pero Sara ya me advirtió que iba a ser una preciosidad y no se equivocaba. ¡Muchísimas gracias por tu fantástica idea!.
Para engancharla a la goma le puse un lazo. Me encanta cómo luce.
Recuerdo que en el colegio había un niña que tenía unos pendientes y un anillo a juego con un diente en cada uno, me imagino que serían suyos. Yo no podía dejar de mirarlos porque me repelían y atraían a partes iguales.
Si queréis una caja como esta, sólo tenéis que pedírmela. Esta es de niña, pero he hecho también otra para niño, que no todo van a ser flores, ea.
¡Feliz jueves!
Pues ahi no se como sera, pero por aqui el Ratoncito Perez se lleva los dientes al dejar la moneda, asi que no hay donde guardarlos ;)
ResponderEliminarY mejor, que a mi eso de guardar los dientes me da yuyu
Aquí el Ratoncito deja un regalín y encima no se lleva el diente. Como la niña es tan diogenera como su madre no hay forma de que tire nada. Le escribió una nota pidiéndole por favor que se los dejase y que a cambio se comprometía a buscar una caja bonita donde conservarlos. Y como el ratón de marras es un sentimental, así estamos. Eso sí, la caja es bonita un rato. Me pasa como a tí, ver los dientes me da un poco de cosa.
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