El DIY de hoy se me ocurrió uniendo dos ideas que encontré por ahí, una en Baballa y otra en Hila Tina.
Al igual que le ocurría a Lucía de Baballa, cada vez que abría la caja donde guardamos los cargadores de los móviles me encontraba con un revoltijo de cables negros.
Al igual que le ocurría a Lucía de Baballa, cada vez que abría la caja donde guardamos los cargadores de los móviles me encontraba con un revoltijo de cables negros.
No os lo enseño porque no os creeríais la caja tan hecha polvo que tengo para eso (estoy en ello pero de momento no llego) pero os podéis hacer una idea.
El caso es que me ponía mala cuando me tocaba buscarlo porque tenía que mirar uno por uno y al ser de plástico encima se pegan unos a otros, tiras de uno y salen los demás enredados... en fin, esas pequeñas cosas que duran unos segundos pero que son suficientes para sacarte de quicio:
El caso es que me ponía mala cuando me tocaba buscarlo porque tenía que mirar uno por uno y al ser de plástico encima se pegan unos a otros, tiras de uno y salen los demás enredados... en fin, esas pequeñas cosas que duran unos segundos pero que son suficientes para sacarte de quicio:
Cuando ví la solución a la que había llegado Lucía me gustó mucho por lo fácil y por lo guapo que le quedó. Yo no podía aplicármela porque mi cargador es negro, pero me quedó el runrún.
Otro día ví lo que había hecho Hila Tina con el cable de un flexo y también me dio que pensar otra vez por lo mismo, sencillez y bonitura juntos.
Otro día ví lo que había hecho Hila Tina con el cable de un flexo y también me dio que pensar otra vez por lo mismo, sencillez y bonitura juntos.
Y tiempo después con esas dos imágenes en la cabeza se me ocurrió personalizar el cargador de mi móvil con un poco de lana y algo más de paciencia:
Esto no tiene ninguna ciencia, se trata de pegar la lana al inicio con un poco de silicona caliente y luego enrollarla alrededor del cable. Yo para ahorrarme tiempo y para que quedase más vistoso lo hice con las tres hebras a la vez.
Otra ventaja más de esta personalización es que la lana no se pega al plástico, así que ahora meto la mano y saco sólo mi cargador. Los demás se quedan en su sitio muertos de la envidia.
El paso a paso os lo traigo para el siguiente diy porque después de ver cómo ha quedado el esposo se ha pedido uno para el suyo y la pequeña quiere uno rosa para el cable de la tablet.
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