Hoy empiezo con un recado, que luego me lío a contaros cosas, y se me olvida: voy a hacer un descanso hasta la semana después de Reyes. No cierro del todo, porque voy a publicar una entrada cada semana, pero quiero aprovechar para volver con manualidades nuevas.
La de hoy se la dedico a mi amiga Loly, que celebró su cumpleaños el sábado. Supongo que será por la edad y esas cosas pero yo disfruto cada vez más con estas veladas tranquilas en buena compañía y con una buena conversación.
Uno de los regalos que le cayó fue este joyero que hice a partir de un bote de cristal. La técnica que utilicé es la misma que la de estos y este: forré la tapa con tela, le puse una puntilla estrechita en el borde, pegué las otras en el cristal con cola blanca, y enrollé hilo de bramante alrededor con cuatro botones de nácar enhebrados:
Tengo que decir que la combinación de puntilla y bramante me encanta; esa mezcla de algo tan delicado como es una puntilla con un hilo tan basto y rudo:
Nos vemos el lunes que viene. ¿Alguien más tiene la sensación de ser una tarta que se están repartiendo en trozos?
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