Protector para el cinturón de seguridad

¡Hola a todos! Ya he vuelto. Ha sido un buen verano. El tiempo ha acompañado, que es lo que solemos pedir por estas latitudes. Nos hemos hartado de piscina, de comer helados y de andar de fiestas. Mi hija ha crecido unos cuantos centímetros, mi marido tuvo sus vacaciones soñadas, y yo conseguí (¡Milagro!) ponerme morenas las piernas.

Regresamos, en fin, a la bendita rutina de vernos todos los días. Empiezo con una manualidad que nos ha sido muy útil estos meses de mucho coche y poca ropa: un protector para que el cinturón de seguridad no roce el cuello. Es un rectángulo de tela acolchado que se fija alrededor del cinturón, y se coloca a la altura del cuello para que no moleste. El primero que hice fue el de mi hija, por supuesto.

Antes de empezar, pensé en el acolchado. Necesitaba algo mullido, pero que no hiciese demasiado bulto. Pensando, pensando, se me ocurrió que podía utilizar una hombrera doblada por la mitad (1 y 2). Luego, medí y corté dos cuadrados de tela idénticos (3), y cosí la hombrera doblada en uno de ellos, por el revés, con cuidado de que no se notase por el otro lado (4). Finalmente, mi madre cosió las dos telas, puestas revés contra revés (5), porque la idea era darles la vuelta, y que la hombrera quedase dentro:

Una vez cosidos los dos cuadrados, marqué con alfileres la medida del cinturón (6), para saber dónde iría el velcro (7). El protector envuelve el cinturón, y se cierra con el velcro (8 y 9):

Así es cómo queda una vez doblado:

Tratándose de una manualidad para mi hija, a estas alturas del blog ya sabéis el tema que toca. La hice con fieltro, siguiendo las estrictas directrices de mi exigente cliente. Y así de encantada se quedó cuando se lo puse en el cinturón de su silla. Y yo, feliz de verla contenta: